La Topografía de las Montañas Podría Multiplicar el Calentamiento Global en Ciertas Zonas

Un nuevo estudio concluye que los efectos futuros del calentamiento global podrían verse alterados de manera significativa en pequeñas zonas específicas por acción de los movimientos locales de masas de aire en terrenos montañosos o de topografía compleja, duplicando quizás, o incluso triplicando, el aumento de la temperatura en algunos casos.


Los autores del estudio, de la Universidad Estatal de Oregón, se valieron de los datos históricos, únicos de su tipo, obtenidos del Bosque Experimental H.J. Andrews, ubicado en el mismo estado de Oregón, para estudiar las variaciones potenciales de la temperatura causadas por colinas empinadas y los valles adyacentes a ellas.

Partiendo del aumento regional de temperatura pronosticado para la zona occidental de dicho estado, que es de unos 5 grados para finales de este siglo, los investigadores han llegado a la conclusión de que en ciertas zonas, tales como las cimas de las cadenas montañosas, la temperatura podría aumentar hasta en 14 grados en algunas ocasiones, mientras que en los valles al pie de estas cordilleras las masas de aire frío allí asentadas conducirían a incrementos de temperatura similares al promedio regional estimado.


Tal como advierte Chris Daly de la citada universidad, aún en el caso de que las predicciones de los cambios de las temperaturas promedio sean correctas, se ha trabajado poco en pronosticar las implicaciones que tales cambios tendrán localmente, o en situaciones y condiciones específicas.

Los científicos se están percatando de que hay potencial suficiente para que se den disparidades enormes en los efectos locales del calentamiento global, una cuestión sobre la que urge obtener más información. El hecho de que algunas zonas puedan calentarse muy por encima del ascenso promedio en las temperaturas, acarrea inevitablemente impactos más graves en las especies de vegetales y animales que habitan en ellas.

Los terrenos escarpados y el largo periodo de tiempo cubierto por los registros climáticos del Bosque H.J. Andrews, han proporcionado una base de datos inusualmente buena para estudiar este fenómeno. En general, las temperaturas disminuyen a medida que aumenta la altura, pero no sucede necesariamente así en las montañas. Algunas cordilleras en el bosque H.J. Andrews han sido sistemáticamente más calientes que los valles protegidos por ellas, especialmente por la noche y durante el invierno.

mayo 2010
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